La caída del cabello es un efecto secundario que claramente preocupa a los pacientes afectados por el tratamiento de quimioterapia. A la hora de adquirir esta prenda es normal que surjan dudas acerca de cuál es la mas indicada y las características y funciones que debe aportarnos. Si bien las pelucas son otras grandes aliadas, los pañuelos son el complemento adecuado a éstas, tanto para algunos momentos del día como para alternar con ellas, y así disponer de mas variedad en cuando a opciones de imagen, y hacerlos mas duraderos.
Cuando usas un pañuelo oncológico evitas que el calor se pierda por la cabeza y te ayudará en los días mas fríos. No se recomienda dormir con la peluca oncológica debido a que el roce con la almohada genera una fricción que llegará a deteriorarla, con lo cual es una acción muy indicada la de usar el turbante por la noche. En los meses de sol no es recomendable que los rayos incidan en el cuero cabelludo, por eso el turbante transpirable y ligero se convierte en la mejor fórmula para evitar quemaduras solares de los rayos UV.
A la hora de escoger el turbante oncológico encontraremos diversidad de calidades y acabados, algo que será muy útil al paciente cuando el estado de su piel no esté en el mejor momento, cuando muestre sequedad extrema e hipersensibilidad. En su elección hay que tener en cuenta que carezcan de costuras y si las tiene que no sean muy gruesas, o forrarlo por dentro de algodón para evitar el roce. De esta manera, además de respetar y cuidar la piel, aportan confort y un mejor descanso. No olvidéis usarlo para dormir, sobre todo en invierno para que no perdamos temperatura corporal por la cabeza.
Escojamos tejidos naturales que permitan la transpiración de la piel, como el algodón, altamente respirable, lo que evita que crezcan bacterias. Otra opción es el bambú, por su suavidad y singularidad reduce la alergia y es regulador termal. Y por último está el lino, más resistente pero siempre arrugado.
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